El restaurante pop-up que desafía Madrid

Utilizar espacios céntricos para ofrecer experiencias sorprendentes: es el caso del primer restaurante pop-up de Lamucca, situado en el icónico Paseo de Recoletos en Madrid. Ding Dong, así se llama, es un ejemplo de arquitectura y marketing efímero aplicado al sector de la gastronomía, algo que no parece ser tan común (todavía). 

En este restaurante pop-up los clientes podrán apreciar una interpretación muy propia de los clásicos – y no tan clásicos- de la comida callejera de la escena internacional. Pero lo que más conquista es la actitud. El buen rollo, salpicado con algo de provocación, transgresión y creatividad, son los ingredientes secretos que ha inspirado al equipo de Lamucca para la realización de este lugar tan peculiar.

Interiorismo y decoración pop-up 

Se ha prestado muchísima atención a la decoración, gracias a la colaboración con el artista street art Tato Repetto. La idea es la de combinar el arte callejero con la provocación, incluso política. De hecho, el interior del restaurante es toda una experiencia. Los clientes se verán recibidos por una gran multitud de personajes de la cultura, el arte, la política y el cine internacional. Obviamente, representados de una forma totalmente peculiar y sin duda impactante: desde una sonriente Ayuso, un Kim Jong-un o un Winston Churchill en versiones punk, hasta grafitis de creadores de tendencias como Chiquito de la Calzada, la Gioconda, Bill Murray y muchos mas. 

El proyecto

DING DONG es el primero de los pop-ups que el Grupo Lamucca pone en funcionamiento en Madrid. Un experimento estético y gastro con una esperanza de vida de cuatro meses y quizás, un posible seguimiento bajo diferentes formas y ideas.

Lamucca es una empresa familiar que cuenta con 9 restaurantes en Madrid, en los barrios más emblemáticos de la ciudad. Con una carta flexible y basada en ingredientes de altísima calidad, satisface los gustos de todo el mundo, desde los desayunos hasta las cenas. Ding Dong es un ejemplo valioso que confirma una vez más el éxito de las experiencias efímeras y el impacto positivo que éstas tienen en un público moderno, cada vez más interesado en formas alternativas de consumir y vivir el ocio.